BIOGRAFIAS DE LANZAROTE




Biografía de Eduardo Hernandez Pacheco

Infancia

D. Eduardo Hernández Pacheco.
Nació el 23 de mayo del 1872 en Madrid.
Cursó la enseñanza primaria en la escuela municipal de Alcuéscar (Cáceres), donde era originaria su familia. Donde vivió toda su infancia para posteriormente estudiar bachillerato en Badajoz. Fue en estos años cuando se le despierta su interés por las ciencias naturales. Desechando la idea de seguir la carrera militar, como lo habían hecho su padre y su abuelo.

Juventud

Se licenció en Ciencias Naturales por la Universidad Central de Madrid (actual Complutense), obteniendo el Premio Extraordinario de Licenciatura.
En 1896 alcanzó el título de doctor con su tesis titulada Estudio Geológico de la Sierra de Montánchez.

Madurez

En 1896 comenzó su etapa docente como profesor del Instituto de bachillerato de Cáceres (localidad en la que actualmente se encuentra un Instituto de secundaria que lleva su nombre). Posteriormente ejerció como profesor adjunto en la Universidad de Valladolid.
En 1899 con 27 años gano por oposición la cátedra de historia del Instituto de Segunda Enseñanza que le llevó a Córdoba en donde comenzaron realmente sus estudios geológicos, en Sierra Morena y en la cuenca del Guadalquivir. También este año es nombrado miembro numerario de la Academia de Ciencias, Letras y Artes de Córdoba y descubre el hoy célebre yacimiento de arqueociatos de Las Ermitas, cerca de esa ciudad.
En 1907 la Real Sociedad Española de Historia Natural le designó para acompañar a Salvador Calderón en una expedición a las Islas Canarias orientales. Sus estudios se centraron en la vulcanología de Lanzarote e isletas, publicando una extensa monografía como resultado de sus estudios, aunque también realizó colectas de ejemplares paleontológicos con destino al Museo Nacional de Ciencias.
En 1908. Consideraciones respecto a la organización, género de vida y manera de fosilizarse de algunos organismos dudosos de la época silúrica y estudios de las especies de algas y huellas de gusanos arenícolas del silúrico inferior de Alcuescar.
En 1910 ganó la Cátedra de Geología de la Universidad de Madrid, cargo que llevaba aparejado la de Jefe de Sección de Geología y Paleontología estratigráfica del Museo de Ciencias Naturales.
También ese año de 1910 es pensionado, por la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (J.A.E.), para realizar estudios en el extranjero, en Francia, Bélgica, Suiza e Italia. Cuando se creó la Comisión de Investigaciones Paleontológicas y Prehistóricas dependientes de la J.A.E., tanto D. Eduardo Hernández-Pacheco como D. Enrique de Aguilera y Gamboa, Marqués de Cerralbo, desarrollaron una ingente labor, siendo éste el primer director y Hernández-Pacheco el Jefe de Trabajos y Director de Publicaciones, y sería Director a partir de la muerte del Marqués.
En 1914. Las pinturas prehistóricas de Peña Tu (Asturias). Comisión de Investigaciones Paleontológicas y Prehistóricas. Los vertebrados terrestres del Mioceno de la Península Ibérica. Memorias de la Real Sociedad Española de Historia Natural.
En 1915. Geología y Paleontología del Mioceno de Palencia. Comisión de Investigaciones Paleontológicas y Prehistóricas. y Obermaier, H. La mandíbula neandertaloide de Bañolas. Comisión de Investigaciones Paleontológicas y Prehistóricas.
En 1917 se incorpora a la política de conservación de la naturaleza, cuando, tras la promulgación de la Ley de Parques Nacionales impulsada por Pedro Pidal, se crea la Junta Central de Parques Nacionales y se le nombra Vocal. Hallazgo de tortugas gigantescas en el Mioceno de Alcalá de Henares. Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural.
Fue Vicepresidente de la Asociación Española para el progreso de las ciencias, presidente (1917) miembro del Consejo del Institut International d´Anthropologie de París, correspondiente de la Academia de Ciencias de Lisboa y de otras nacionales y extranjeras, colaborador de la Revue de Géologie, Revue Anthropologique, etc.
En 1918 publicó dos notas en las comptes rendues de I`Academie des sciences de París, una sobre los arpeociatos y otra sobre el Cámbrico de Córdoba, con lo que participa a la comunidad científica internacional sus descubrimientos.
En 1921. La llanura manchega y sus mamíferos fósiles (yacimiento de la Puebla de Almoradiel). Comisión de Investigaciones Paleontológicas y Prehistóricas.. Nuevos yacimientos de vertebrados miocenos y deducciones de orden paleofisiográfico. Asociación Española para el Progreso de las Ciencias. Congreso de Oporto. El yacimiento de mamíferos cuaternarios de Valverde de Calatrava y edad de los volcanes de Ciudad Real.
En 1922. Académico de la sede de esta Comisión se estableció en el Museo Nacional de Ciencias Naturales.
En 1923. La vida de nuestros antecesores paleolíticos según los resultados de las excavaciones en la caverna de La Paloma (Asturias). Comisión de Investigaciones Paleontológicas y Prehistóricas.
En 1926 con el motivo de la XIV sesión del Congreso Geológico Internacional, celebrado en Madrid, actúa como vocal de la Comisión organizadora, en la realización de un libro de síntesis titulado “ Sierra Morena y la llanura Betica”.
En 1927. Restos fósiles de grandes mamíferos en las terrazas del Manzanares y consideraciones respecto a éstas. Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural.
En 1930. Las grandes fieras de los yacimientos paleontológicos de Concud (Teruel). Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural. Un suido y un nuevo cérvido del yacimiento paleontológico de Concud. Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural.
En 1934 es nombrado Jefe de la Expedición a Ifni y recorrió ese territorio publicando sus resultados en la Real Sociedad Geográfica de Madrid. En plena II República, un decreto del Ministerio de Agricultura reorganizó la política conservacionista, regulando una nueva Comisaría de Parques Nacionales y prestando especial atención a los postulados de Hernández Pacheco. Julio de 1936 sorprende a Hernández-Pacheco como Rector de la Universidad de Verano de Santander. Y de vuelta a Madrid, sintiéndose extraño al rumbo revolucionario que a su entender ha tomado la República... decide más bien presentarse en Burgos, donde, escaso de intelectuales, el naciente régimen lo acoge de buen grado.
Al término de la guerra civil, y a pesar de su filiación liberal y republicana, pudo permanecer en la España del nuevo régimen franquista, que optó en este caso por la tolerancia y por retener a una figura de prestigio en puestos visibles de la disminuida comunidad científica. En esta última etapa aún mantuvo una considerable producción científica y se dedicó sobre todo a elaborar amplias obras de recopilación y síntesis. No pudo continuar, sin embargo, en la política de conservación, ya que las nuevas autoridades no establecieron cauces de participación en ella para la universidad ni para ninguna otra instancia académica o cívica
En 1938 fue nombrado Académico del Instituto de España.
En 1940, solicitó permiso ministerial para realizar expediciones a los territorios españoles en África, aunque ya estaba estudiando moluscos fósiles de Ifni ayudado por José Bataller desde el Museo del Seminario de Barcelona.
En 1941 realizó una expedición al Sahara con su hijo, para estudiar este territorio africano.

Vejez



En 1952 es nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad de Toulouse (Francia) y antes de jubilarse, aún tendrá tiempo de realizar algunas contribuciones y sobre todo, de elaborar amplias obras de recopilación y síntesis. Si destacada es su abundante bibliografía, no lo es menos el gran número de seguidores y discípulos que dejó cuando se retiró de la vida activa y se trasladó a su casa de Alcuéscar, donde murió el 6 de marzo de 1965, a la edad de 93 años.